Trauma complejo

El trauma complejo, también conocido como trastorno de estrés postraumático complejo (C-PTSD), es una condición psicológica que resulta de la exposición prolongada a eventos o situaciones traumáticas, a menudo durante la infancia o durante un período prolongado. A diferencia del trastorno de estrés postraumático típico, que suele estar vinculado a un único incidente traumático, el trauma complejo se asocia con un trauma continuo y repetitivo, que a menudo implica relaciones interpersonales y una sensación de cautiverio o impotencia.

Algunas fuentes comunes de trauma complejo incluyen:

    Abuso infantil: el abuso físico, emocional o sexual durante la infancia puede provocar un trauma complejo. Esto también puede incluir negligencia o exposición a violencia doméstica. Exposición prolongada a un trauma: esto puede ocurrir en situaciones como guerra, cautiverio, trata de personas o estar en una relación crónicamente abusiva. Trauma cultural o sistémico: ciertos grupos marginados u oprimidos. pueden experimentar un trauma complejo debido a la discriminación sistémica, el racismo u otras formas de injusticia social. Acoso escolar: el acoso o la intimidación persistente, ya sea en la escuela o en el lugar de trabajo, puede provocar un trauma complejo.



Los síntomas de un trauma complejo a menudo van más allá de los del trastorno de estrés postraumático tradicional y pueden incluir:

    Desregulación emocional: esto puede manifestarse como cambios de humor intensos, arrebatos de ira o entumecimiento emocional. Dificultad con las relaciones: las personas con traumas complejos pueden tener problemas para establecer o mantener relaciones saludables debido a problemas de confianza, miedo al abandono o dificultades con la intimidad emocional. Baja Autoestima: los sentimientos crónicos de vergüenza, culpa o inutilidad son comunes. Disociación: los individuos pueden experimentar episodios de desconexión de la realidad, que pueden incluir despersonalización (sentirse separado del propio cuerpo) o desrealización (sentir que el mundo es irreal). y pesadillas: volver a experimentar eventos traumáticos puede ser parte de un trauma complejo, similar al trastorno de estrés postraumático. Hipervigilancia: sentirse constantemente en guardia o asustarse fácilmente. Síntomas físicos: el dolor crónico, los problemas gastrointestinales y otros síntomas físicos a veces se asocian con un trauma complejo.

El tratamiento del trauma complejo generalmente implica terapia, como la terapia cognitivo-conductual centrada en el trauma (TF-CBT), la terapia dialéctica conductual (DBT) o la desensibilización y reprocesamiento del movimiento ocular (EMDR). También se pueden usar medicamentos para tratar síntomas específicos como depresión o ansiedad.


Es importante señalar que un trauma complejo puede tener un impacto profundo y duradero en la vida de una persona, pero con el tratamiento y el apoyo adecuados, la recuperación es posible. Si usted o alguien que conoce está luchando contra un trauma complejo, se recomienda encarecidamente buscar ayuda de un profesional de la salud mental.


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Nuestra misión

Nuestra misión es ayudar a nuestros clientes a alinear su cuerpo, mente y alma a través de la exploración e identificación de sus comportamientos desadaptativos, patrones cognitivos improductivos e historia traumática que pueden impedirles vivir una vida de realización y propósito personal.

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